Según las informaciones recabadas las primeras referencias a la Atlántida aparecen en el Timeo y el Critias, textos en diálogos del filósofo griego Platón. En ellos, Critias, discípulo de Sócrates, cuenta una historia que de niño escuchó de su abuelo y que este, a su vez, supo de Solón, el venerado legislador ateniense, a quien se la habían contado sacerdotes egipcios en Sais, ciudad del delta del Nilo. La historia, que Critias narra como verdadera, se remonta en el tiempo a 9.000 años antes de la época de Solón, para narrar cómo los atenienses detuvieron el avance del imperio de los Atlantes, belicosos habitantes de una gran isla llamada Atlántida, situada frente a las Columnas de Heracles y que, al poco tiempo de la victoria ateniense, desapareció en el mar a causa de un terremoto y de una gran inundación cómo castigo impuesto por los dioses a los Atlantes por su soberbia.
Los textos de Platón sitúan la Atlántida frente a las Columnas de Heracles (lugar tradicionalmente entendido como el estrecho de Gibraltar) y la describen como una isla más grande que Libia y Asia juntas. La tierra insular de Atlántida era abundante en recursos. Había toda clase de minerales, destacando el oricalco, traducible como cobre de montaña, más valioso que el oro para los atlantes y con usos religiosos (actualmente se piensa que debía ser una aleación natural del cobre); grandes bosques que proporcionaban ilimitada madera; numerosos animales, domésticos y salvajes, especialmente elefantes; copiosos y variados alimentos provenientes de la tierra. Tal prosperidad dio a los atlantes el impulso para construir grandes obras. Edificaron, sobre la montaña rodeada de círculos de agua, una espléndida acrópolis plena de notables edificios, entre los que destacaban el Palacio Real y el templo de Poseidón. Construyeron un gran canal, de 50 estadios de longitud, para comunicar la costa con el anillo de agua exterior que rodeaba la metrópolis; y otro menor y cubierto, para conectar el anillo exterior con la ciudadela. Cada viaje hacia la ciudad era vigilado desde puertas y torres, y cada anillo estaba rodeado por un muro. Los muros estaban hechos de roca roja, blanca y negra sacada de los fosos, y recubiertos de latón, estaño y oricalco. Finalmente, cavaron, alrededor de la llanura oblonga, una gigantesca fosa a partir de la cual crearon una red de canales rectos, que irrigaron todo el territorio de la planicie.
Ahora viene lo de echarle imaginación (estamos en una burbuja volcánica dentro del océano Atlántico. Esa es la razón de la oscuridad general del ambiente). Razones técnicas, materiales, temporales y de espacio no han permitido que podamos visualizar la isla completa y sus tres círculos concéntricos de tierra y agua. Espero que esto no os desilusione en la visita.
Vista completa





Muralla





Entrada







Puente













Templo










Faro








Dispositivo lumínico de defensa



Túnel de transporte





Puertas de acceso a muralla y terraza










Pirámide



Palacio Real


























Cristal maestro, puntos y columnas energéticas






¿Habitantes? ¿Visitantes? ¿Otros viajeros perdidos?
En algún momento de nuestra permanencia en este lugar pudimos avistar ciertas presencias misteriosas.





Este apartado está dedicada a Torres-71 y CapitanTrueno por sus mensajes en el hilo "La Torre del Destino".
Técnica, por así llamarla, del uso de tizas


Algunas fotos previas al montaje y otros



















